¿Lo jugasteis? Recordando al The Legend Of Prince Valiant…Mi primer juego de Nes.

En los años 90, yo siempre quise la Mega Drive, bueno en verdad, soñaba con la Neo-Geo, pero se quedó en eso, en un sueño, pero imposible, que no estaba al alcance de todo el mundo por su elevado precio de la época. Consciente de ello a pesar de que era un crio. Mi objetivo paso a ser la consola de Sega, la misma tampoco tenía un precio asequible precisamente, por lo que me quede con las ganas de tenerla. Mis padres, no pudieron comprármela en ese momento, estaban pagando la hipoteca y el precio de la consola no se diferenciaba mucho de lo que pagaban. Pero, yo quería tener una máquina, y con el tiempo me decante por la Nes de 8 bits, ya que, al ir a casa de un amiguete a jugar a la consola, me provoco un gusanillo y ganas de tenerla. De precio era más asequible y era una gran oportunidad. Nes, llegó al mercado en 1986, yo me la compré 6 años después, lo hice con gran ilusión, ya tenía una consola en propiedad, y la diversión estaba asegurada. Aunque yo en un principio quería la Mega Drive, para nada me arrepentí de haberla adquirido, me dio mucha diversion y entretenimiento, y actualmente todavía la poseo con mucho cariño.

Tuve pocos juegos, de hecho, solo 4, pero llegue a jugar a otros que me dejo algún colega. De los que tuve, tenía uno que me encantaba, y que era el The Legend Of Prince Valiant. Un juego arcade que le dedique bastantes horas, no porque fuera largo, sino porque me lo pase unas cuantas veces. Fue un arcade para muchos desconocidos y que por este motivo vale recordar. Así es que, hoy en mi nuevo post hablo, del The Legend Of Prince Valiant, que precisamente fue mi primer juego de la Nes…Seguid leyendo.

RECORDANDO AL JUEGO QUE ESTRENO MI NES

Corría el inolvidable 1992, El año que el Barça gano su primera Copa de Europa en Wembley, y el año que se celebró aquellos memorables juegos olímpicos de Barcelona. Acababa de adquirir una de las mejores consolas de la historia, junto a ella, me lleve un juego en el que, en la caja del cartucho, se veía un caballero basado en el universo del rey Arturo, y también en la serie animada que se empezó a emitir un año antes de la llegada del juego al mercado. Pero, primero, antes de comprarme el juego que nos ocupa hoy, busque el Super Mario, que era como no, el juego del momento, pero en la tienda me dijeron que estaba agotado. Finalmente, el The Legend Of Prince Valiant, se vino para casa. Precisamente el arcade no hacía mucho tiempo que había llegado a Europa, lo desarrollo Ocean, una compañía que fue responsable de muy buenos títulos.

Después de una pequeña introducción, en el que se nos cuenta la historia, empieza el juego en el bosque. Nuestro protagonista es un caballero de la corte del rey Arturo, cuyo objetivo es proteger a Camelot a toda costa de las amenazas. Para ello tenemos un juego con una perspectiva de cámara de la época, es decir, de scroll lateral en 2D, y costa de 5 niveles. La primera fase, transcurre como he citado en un bosque. Ya de primeras vemos unas mecánicas jugables muy simples, con un diseño de niveles muy discreto y plano, a base de avanzar y salvar obstáculos, como plataformas y trampas. Por el camino, debemos eliminar unos enemigos con aspecto de Sprite, y para ello el personaje que controlábamos usaba como arma (menos en algunas misiones), unas dagas arrojadizas, las dagas, serian la única arma disponible en el juego. Y es que The Legend Of Prince Valiant, es un juego de plataformas muy básico, de sencillo manejo y fácil de jugar. Cuyo desarrollo solo consiste en avanzar, eliminar a los enemigos, sortear plataformas y enfrentarse a uno o dos jefes finales. Pero gracias a su sencillo manejo, el juego es muy entretenido y divertido, y te lo podías pasar fácilmente en una tarde. Sus 5 niveles no eran muy largos, ni difíciles, simplemente el arcade requería un poco de habilidad y reflejos por parte del jugador. Por lo demás, era un juego fácilmente al alcance de cualquiera.

Aquí tenemos al primer jefe de la primera misión, una simpática cobra con malas intenciones

A pesar de ello y de su corta duración, mostraba cierta variedad jugable, ya que había fases que pasábamos de ver al personaje en 2D, a jugar en primera persona. Debido a que por ejemplo en la fase 2, manejábamos una ballesta, cuyo escenario continuaba siendo un bosque, y debíamos eliminar los enemigos que se asomaban por los árboles para atacarnos, y así hasta que terminábamos el nivel. Cuando acabábamos cada fase, nos salía un contador de bonus, que media la energía de vida que nos quedaba, los puntos de récord obtenidos, y el tiempo que nos indicaba para acabar un nivel. Además, podíamos recoger unos tokens que no eran más que unas moneditas de oro que soltaban los enemigos al morir. Si en cada fase las cogíamos todas y junto con lo antes mencionado, obteníamos una buena suma de puntos al final de cada nivel. Lo bueno de todo es que este punto, al juego lo hacía rejugable, porque siempre podíamos volver a jugar el juego entero para mejorar la marca de la partida anterior. Fue un arcade estrictamente para un jugador, en el sentido, de que no se podía jugar a dobles con un amiguete, el diseño de niveles era tan lineal, que así lo hacía posible. Además, la historia contaba que el destino de Camelot está en manos de un caballero.

Aunque la premisa jugable era la misma, el resto de las misiones tenía un diseño de niveles distinto, comparado con la primera misión. Por ejemplo, la tercera fase, tenía un diseño laberintico y con algún enemigo nuevo y, además, estaba lleno de trampas. Había que meterse por puertas que daban acceso a otras zonas, en algunas de ellas solo encontraremos ítems como energía para rellenar nuestra barra de vida, o tiempo para que no nos quedemos sin el mismo, y así evitar que finalizara la partida. Cada zona te ofrecía algo distinto como alguna trampa que sortear o enemigo que derrotar, pero al final el objetivo como es lógico era encontrar el camino a seguir, cosa que no era difícil.

La cuarta fase y la quinta eran muy parecidas a la segunda y la tercera. La cuarta misión, se cambiaba la ballesta por un cañón, ya que abordo de un barco, debíamos dar caza a cañonazos a otros barcos que aparecían por el mar. Este era el camino que nos llevaba a la fase final, que se ubicaba en el palacio real, y en el que debíamos eliminar cualquier amenaza que allí se presentaba. Nada nuevo en el sol, con la única diferencia de que los reyes estaban en su trono en lo alto de la torre, esperando a que llegáramos. Al hacerlo, significaba que habíamos cumplido nuestro objetivo de limpiar el palacio de carroña, y al mismo tiempo, confirmábamos que Camelot estaba salvada.

Hasta aquí la entrada de hoy…El juego nunca tuvo secuela, de hecho, nunca estuvo sobre la mesa la posibilidad de una continuación, ni crear una saga. Simplemente fue un arcade basado en una serie animada, donde Ocean decidió dedicarle un juego, y desde luego que, aunque fue un juego que a estas alturas ya nadie recordara, al menos que lo jugarais y lo tengáis en propiedad. A Ocean le salió un buen juego que divertía, no fue ni mucho menos el mejor juego del catálogo de Nes, ni siquiera estaba entre los mejores. Pero fue mi primer juego de la consola, y también mi primer título en propiedad, por lo que aún hoy, lo guardo con mucho cariño.

¿Y vosotros/as? ¿Conocíais el juego? ¿Llegasteis a jugarlo?…Hasta próximas entradas.

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